Tyson Fury reveló que, en octubre pasado, antes de subirse al 'ring' para medirse ante el estadounidense Deontay Wilder, se tomó un tiempo para ir a un bar a beber cerveza.
El púgil británico, campeón del mundo y considerado por muchos como el mejor peleador de la actualidad, argumentó que tomar un trago "te enseña a relajarte y disfrutar la pelea" y añadió que "de eso se trata todo esto".
El europeo añadió que en el pasado los peleadores bebían una "botella de brandy antes de pelear", un viejo método que para él, deberían adoptar los contemporáneos.
Ver También: Thomas Christiansen, Panamá y el octagonal: 'La cosa va muy bien'
El inglés señala que haber bebido cervezas "no le hizo ningún daño" en el combate, el cual terminó ganando por nocaut en el undécimo asalto.
Fue esta la segunda victoria consecutiva de Fury sobre Wilder, al que había vencido también, por la misma vía, en febrero de 2020.
Ver También: Willy Caballero ficha por un mes por el Southampton
Métodos
Fury se utilizó como modelo para tratar de justificar sus métodos poco convencionales.
"Tómame como ejemplo. Estoy gordo, soy calvo, la gente dice que estoy fuera de forma. Sin embargo, siempre gano. Así que obviamente significa que se jodan todos", comentó.
"La ciencia realmente no funciona en el boxeo", finalizó.
Tómame como ejemplo. Estoy gordo, soy calvo, la gente dice que estoy fuera de forma. Sin embargo, siempre gano.
Tyson Fury deberá superar su primer enfrentamiento obligatorio en 2022 y esperar al ganador de la revancha entre Oleksandr Usyk y Anthony Joshua.
Y un método poco convencional.
33
años tiene Tyson Fury.